El Faro de Estaca de Bares, situado en el municipio de Mañón (La Coruña, Galicia, España), es el punto más septentrional de la península ibérica, marcando la frontera imaginaria donde se unen el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico. Inaugurado el 1 de septiembre de 1850, el faro se alza sobre una meseta a 101 metros de altura en un montículo conocido como la “punta de la Estaca de Bares”. La torre, de 33 metros de altura, proyecta una luz con un alcance de 25 millas náuticas.
Su construcción, iniciada en 1849 bajo condiciones meteorológicas adversas, fue dirigida por el ingeniero Félix Huegón, con un coste de 131.830 reales. Originalmente, el faro contaba con una lámpara mecánica Sauttler de tipo relojería, que operaba con aceite de oliva, parafina y petróleo. En 1939, el faro fue electrificado y se le añadió un radiofaro y una sirena, mejorando su funcionalidad y su apariencia. Más adelante, en 1948, se instaló una nueva maquinaria que le permitió emitir destellos cada 10 segundos, característica que conserva hasta hoy.
En 1993, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao asumió la gestión del faro, instalando un equipo luminoso completamente nuevo y monitorizándolo para su supervisión remota desde el puerto de Ferrol. En 1998, el radiofaro fue reemplazado por una estación de DGPS, que sigue en funcionamiento.
Además de su importancia como guía marítima, el entorno del faro alberga una base militar abandonada, la garita de Bares, y el antiguo “Semáforo de Bares”, un hotel de naturaleza que en su día funcionó como un punto de comunicación crucial entre los barcos que navegaban en la zona.
4o
Deja una respuesta